División sexual del trabajo: Hace referencia a la separación, en función de los roles asignados socialmente, entre el trabajo remunerado -mayoritariamente masculino- y el trabajo no remunerado -mayoritariamente femenino-. Alude también ala distinción entre la vida pública y la vida privada, y dentro de cada uno de estos ámbitos, a la asignación de tareas y funciones a hombres y mujeres según división genérica. Dicha asignación conlleva unas atribuciones de poder y jerarquía diferentes, de manera que se otorga distinto valor a los trabajos realizados por los/as sujetos de una misma sociedad (los trabajos adscritos al sexo masculino son siempre más valorados que los vinculados al sexo femenino).
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